Planeación financiera personal: claves para realizarla
febrero 17, 2025
La planeación financiera es un elemento clave en la vida de las personas porque ayuda a tomar decisiones razonables relativas al ahorro, uso del dinero e inversión. De esta manera es más sencillo alcanzar tus objetivos económicos y lograr las metas que te hayas propuesto. Con una planeación financiera estratégica es posible adquirir un automóvil o una casa más fácil y rápidamente o captar mayor inversión. ¿Quieres conocer más acerca de esta herramienta que te ayuda a diseñar tu porvenir? Sigue leyendo, encontrarás lo necesario para estructurar tu propio plan.
¿Qué es la planeación financiera?
La planeación o planificación financiera es una herramienta muy utilizada en el área de administración y finanzas. Por definición, se entiende como un modelo de gestión de recursos estructurado, cuidadosa y minuciosamente, que permite tanto a las personas como a las organizaciones alcanzar sus objetivos.
De esta forma, es posible determinar tus metas y organizar tus gastos a través del ahorro y la inversión. El proceso contempla distintos aspectos financieros, así como plazos, gastos, costos y procesos que deben estudiarse de forma personalizada y sistemática, alineándolos con los objetivos deseados. En las empresas, son los contadores y asesores, los responsables principales de diseñar una planificación financiera, involucrando las siguientes etapas:
- Establecimiento de prioridades y metas, expresadas en lenguaje financiero.
- Cronograma de los plazos para alcanzar dichos objetivos.
- Elaboración y autorización de un presupuesto por cada partida o segmento de dinero para cumplir con las metas.
- Método de medición y control de los resultados parciales y su alineación con los planes generales.
El objetivo principal de la planificación financiera es la elaboración de un plan de finanzas, u hoja de ruta financiera encaminada a cumplir las metas empresariales planteadas. Esta hoja de ruta funciona como una guía para diseñar la estrategia económica que obtenga el mayor beneficio para la organización y las condiciones del mercado. Esto se resume en tres principios:
- Evitar las situaciones de falta de recursos financieros.
- Disminuir los costos de mantenimiento.
- Asegurar la permanencia financiera de la organización.
¿Cuáles son los tipos de planificación financiera?
Los tipos por plazos son los más utilizados y se describen de la siguiente forma:
- Planeación financiera a corto plazo: se suele ejecutar en un año o menos y su objetivo fundamental es analizar decisiones financieras y diseñar planes de acción para alcanzar los objetivos en un futuro próximo. Se manejan enfoques específicos, delimitados y previsibles, pues la probabilidad de que se mantengan los escenarios propuestos es mucho mayor.
- Planeación financiera a mediano plazo: es el plazo que se ocupa principalmente a nivel personal o familiar. Se centra en desembolsos significativos, como la compra de un coche, las vacaciones deseadas o el enganche de una casa.
- Planeación financiera a largo plazo: se ocupa de la preservación del capital y el crecimiento de la empresa. Sus proyecciones se ubican hasta los diez años dentro del futuro organizacional, lo que implica una amplia gama de variables e incertidumbre. Es por esto que se necesitan lineamientos más generales y flexibles, capaces de adaptarse a situaciones cambiantes. A nivel personal, un ejemplo de planeación financiera a largo plazo es la jubilación.
¿Cómo se hace una planificación financiera personal?
La planificación financiera personal es un proceso estratégico para gestionar recursos económicos y alcanzar objetivos específicos. Esto se traduce en decisiones y acciones que se hacen con tu dinero para usarlo de manera eficiente. Para ello, la educación financiera juega un papel decisivo para alcanzar el éxito y logro de tus objetivos económicos a corto, mediano y largo plazo. Con un plan adecuado, la compra de un auto nuevo, el cambio de casa o el viaje de ensueño será posible ¡Basta iniciar con una óptima planeación estratégica financiera!
Evalúa tu situación actual
El primer paso es hacer un análisis de tu estado inicial o, en otras palabras, diagnostícate financieramente para que seas consciente de tu situación actual. Luego, diseña la hoja de ruta de forma realista y objetiva. Escribe objetivos y metas, pero cuidando siempre de que se ajusten a la realidad de tu vida y tu situación económica. Para ello, toma en cuenta:
- Tus reportes financieros previos de ingresos y gastos para conocer cuanto ganas y gastas al mes.
- Deudas, ahorros e inversiones, si los tienes, te ayudará a ser consiente de los que debes y de lo que posees.
- Tu tolerancia al riesgo para que conozcas hasta cuanto serías capaz de perder sin que afecte tu salud emocional y financiera.
Establece metas a corto, mediano y largo plazo
Una vez hecha la etapa anterior o conocer tu punto de partida financiero, podrás proyectar el panorama que deseas a corto, medio y largo plazo. Recuerda que los objetivos trazados deben ser concretos, medibles y relevantes. Para decidir que tipo de plazo debes establecer, no existen reglas fijas, el tiempo lo decides tú, pues cuando compras una propiedad a largo plazo, te puedes referir a 20 años o a diez. Ve a tu ritmo, puede ser “lento”, pero continuo.
Por otra parte, el corto plazo sí tiene “vigencia”, considerándose dos años máximo; mientras que el plazo medio estaría entre los tres y diez años.
Estructura un plan de acción
Esto se traduce en el camino a seguir que integre tus objetivos, los períodos de tiempo requeridos y las acciones que debes implementar. Además, si involucras a la familia, debes asignar responsabilidades y establecer mecanismos de emergencia en una situación de crisis o posibles fallos, así evitarás problemas mayores. Recuerda que este plan financiero no es estático, pues tu situación económica cambiará a lo largo del tiempo y deberás revisarlo para adaptarlo a la nueva realidad.
Establece un presupuesto
Dentro de tu hoja de ruta sé minucioso, especificando los gastos, ahorros e inversiones que se harán según los tiempos establecidos. Así, tendrás un presupuesto a corto, medio y largo plazo:
- Asigna categorías y prioridades a tus gastos.
- Ajusta el presupuesto con base en tus objetivos.
Considera que tu presupuesto, también puede variar con el tiempo. Puede que encuentres un trabajo mejor, que cambies de residencia o incluso, que tengas un hijo. Deberás contemplar imprevistos y un fondo de emergencia para resolverlos.
Toma decisiones para gestionar tus deudas
Controlar las deudas es un punto fundamental si quieres optimizar tu planeación financiera. Ten claridad a cuánto ascienden, con quién las tienes y por qué las adquiriste. Luego:
- Prioriza las deudas con mayores tasas de interés.
- Busca opciones de consolidación si las requieres para gestionar mejor los pagos.
Empieza a invertir
Como dijimos antes, la educación financiera es un pilar en tu vida económica y es importante que aprendas a invertir de manera inteligente y eficiente para conseguir mejores resultados económicos. Sin embargo, debes considerar tu nivel de riesgo y ser consciente de hasta dónde puedes llegar, de esta manera, no tendrás un quebradero de cabeza. Para esto:
- Diversifica tu portafolio de inversión.
- Asesórate con un profesional confiable.
Evalúa los resultados
Finalmente, haz evaluaciones periódicas con el fin de verificar si el dinero en cada área se está aprovechando de manera adecuada, con miras a lograr las metas establecidas. Cuando cumples con los ingresos y gastos, se considera que la planeación está siendo gestionada de forma correcta. De lo contrario, no obtendrás los resultados esperados.
¿Para qué sirve la planeación financiera?
Lo principal es que te ayuda a diseñar tu porvenir, ya que contribuye a implementar los mecanismos para corregir errores en el manejo de tus finanzas, detectar desviaciones y facilitar un plan personal para el retiro. De manera puntual, podemos decir que la planificación financiera te ayuda a:
- Estructurar tu estrategia.
- Alcanzar tus metas.
- Prevenir problemas.
- Gestionar de manera informada.
- Crear organizaciones sostenibles, en el caso empresarial.
Ventajas de un plan financiero
Aquí tienes las principales ventajas de elaborar y cumplir con un plan financiero, ya sea a nivel personal o empresarial:
- Estructurar y distribuir tus ingresos y pagos: al categorizar tus finanzas, verás con mayor claridad el porcentaje de dinero que usarás para lograr tu objetivo.
- Tener el control económico: sabrás en qué estás gastando tu dinero y podrás priorizar tus gastos. Un plan establecido te ayudará a crear un hábito financiero saludable para aplicar toda tu vida.
- Evitarás pagar intereses: podrás pagar puntualmente tus compromisos financieros y evitar intereses adicionales por retrasos. Esto es sinónimo de un buen historial crediticio, el cual puedes revisar en el Buró de crédito, y acceder a mejores créditos para alcanzar tus sueños.
- Ahorrar para el futuro: para esto, es importante determinar tus prioridades y no gastar en cosas que se encuentran fuera de tu presupuesto.
- Mantener un fondo de emergencias: para destinar una cantidad de dinero en caso de emergencias, pues estar preparado para las sorpresas es una de las cosas que más tranquilidad da en la vida.
La planeación financiera es una herramienta vital para el desempeño adecuado, tanto a nivel empresarial como personal, en lo referente al manejo del capital y el logro de objetivos. AvaFin es una empresa enfocada en préstamos personales inmediatos que puede ayudarte a seguir tu hoja de ruta, consolidando deudas o contribuyendo a eliminar las de intereses más altos. Acércate a nosotros y conoce el mundo financiero que solo, ¡te está esperando!