La salud financiera debería colocarse junto a la salud física y emocional como los pilares fundamentales en el desarrollo pleno de los seres humanos. ¿Por qué? Pues porque la gestión del dinero afecta positiva o negativamente a todo el mundo y llega a impactar en el bienestar físico y mental. ¿Quieres conocer qué es este factor y su importancia? Estás en el lugar indicado.
¿Qué es la salud financiera?
Con base en lo establecido en la Política Nacional de Inclusión Financiera en México, la salud financiera se define como “un estado en que las personas son capaces de gestionar sus finanzas adecuadamente, hace frente a sus gastos cotidianos, afrontan imprevistos, logran sus metas y aprovechan oportunidades para obtener su bienestar y movilidad económica”. Todo lo anterior da por resultado:
- Bienestar personal, familiar o empresarial.
- Gestión adecuada de la economía.
- Cumplimiento correcto de las obligaciones financieras actuales.
- Resolución de situaciones inesperadas.
- Satisfacción adecuada de las necesidades básicas.
- Toma de decisiones óptima para alcanzar objetivos y disfrute de la vida.
¿Cuáles son los factores que determinan la salud financiera?
La salud financiera es el resultado combinado de factores externos que apoyan o no, la condición financiera de una persona y sus acciones:
- Los ingresos y gastos: las personas con ingresos más altos suelen ser más saludables desde el punto de vista financiero. Aunque hay que enfatizar que no importa tanto la cantidad de ingresos, sino su regularidad y estabilidad.
- Exposición a crisis: como el desempleo, afecciones de salud, la delincuencia o los accidentes. Al interrumpirse los ingresos o disminuir las reservas, se reduce la salud financiera de la personal, al menos temporalmente.
- Hábitos y decisiones personales: las decisiones individuales relativas a la forma en que se anticipa y responde a las circunstancias de la vida, también influyen en la salud financiera.
- Acceso y uso de servicios financieros: funcionan como herramientas para que la gente efectúe sus estrategias financieras.
¿Cuáles son las características de la salud financiera?
La salud financiera se caracteriza por un equilibrio entre ingresos y gastos, aparte de la capacidad de gestionar el dinero de manera adecuada. Según el Gobierno de México, la salud financiera se caracteriza por cuatro elementos clave:
- Manejo efectivo de las finanzas diarias: son sus cimientos, pues hacen que una familia o individuo, sean capaces de planificar sus ingresos, egresos y ahorro para el futuro. Lográndolo, por medio de la elaboración de un presupuesto, que ayude a evitar endeudamientos y pagos a destiempo.
- Resiliencia: la capacidad que tiene una persona para adaptarse, enfrentar los desafíos y superar las crisis económicas que se le presenten. Se incluyen, las redes de apoyo financiero, como créditos o seguros y también la preparación para los contratiempos que pudieran suceder.
- Seguridad en el futuro financiero: es la facultad para alcanzar tus metas, con la confianza de tener las condiciones adecuadas para hacerlo.
- Control: se refiere al dominio y confianza que percibe la persona, sobre su capacidad para influir en su situación económica actual y futura. Se relaciona íntimamente con la seguridad, pues uno fortalece al otro y viceversa.
Beneficios de tener una buena salud financiera
En este momento ya vislumbras las ventajas de tener o mantener una buena salud financiera, pero para mayor claridad, te presentamos los beneficios principales:
- Estabilidad económica: al tener un mayor control en tus finanzas puedes tomar decisiones informadas y planificar un futuro venturoso.
- Tranquilidad: cuando tienes tus finanzas organizadas, puedes enriquecer otras áreas de tu vida.
- Seguridad familiar: con tus finanzas en orden es factible proteger a tu familia ante cualquier situación.
- Mejor comprensión financiera: lo que te ayuda a tomar decisiones informadas.
- Prevención del estrés financiero: según la Encuesta Nacional Sobre Salud Financiera 2023, como resultado del estrés financiero, 34.9% de la población mexicana experimentó algún malestar, como colitis, dolor de cabeza, gastritis o alteraciones en la presión arterial.
- Disciplina: te ayuda a ser disciplinado para mantenerla y sortear los imprevistos.
¿Cuál es la importancia de la salud financiera?
A pesar de que muchas personas no ven una relación directa, tener buena salud financiera es un componente clave para tener buena salud en general. El estrés generado por una salud financiera deficiente puede conducir a una enfermedad física real y afectar mucho más que solo a tu billetera. Por ejemplo, los sentimientos ansiosos o negativos hacia tus finanzas llegan a dañar tu vida social y tus relaciones, generan un enfoque deficiente en el área laboral o familiar y reducen la calidad del sueño. Además:
- Se pueden tomar decisiones financieras impulsivas que no mejoran la situación.
- Se produce un gran desgaste emocional al mantenerse pensando, cómo pagar las deudas o cómo llegar al final de la quincena.
- Puede desencadenar problemas gastrointestinales, de memoria, depresión, afectaciones en la piel o pérdida de cabello, entre otros.
¿Cómo medir la salud financiera?
En un estudio publicado en el Centro para la Educación y Capacidades Financiera de BBVA, se han identificado ocho indicadores que evalúan el estado de la salud financiera de las personas:
- Gastar menos de lo que ganas: según el estudio, este indicador es fundamental porque muestra la capacidad del individuo para gestionar sus finanzas. Si se administran correctamente los ingresos y se gasta menos de lo que se recibe, se logra ahorrar y resolver eventos inesperados. Este aspecto puede mejorarse cuando se hace un cuadro con los ingresos y egresos totales y se analizan los movimientos, mes a mes, para eliminar gastos innecesarios.
- Pagar las facturas completas y a tiempo: el nivel para mantenerte al corriente de todos tus gastos, tanto prioritarios (sin un período flexible de pago, como las facturas de la hipoteca), como los más flexibles, es un indicador de tu capacidad para gestionar tus finanzas y compromisos diarios.
- Tener ahorros en productos financieros líquidos: mantener el capital suficiente para vivir durante seis meses o más sin ingresos, es señal de buena salud financiera. Esto se debe a que en la vida financiera de todas las personas es común hacer frente a reparaciones, tratamientos médicos, cambio de trabajo, etc. Contar con ahorros para afrontarlos y no contraer deudas es un factor fuerte de salud financiera.
- Poseer activos a largo plazo: además de estar protegido en el corto y mediano plazo, también se debe contar con el capital suficiente para gastos a largo plazo, tales como la educación de los hijos, la adquisición de una vivienda o la jubilación.
- Tener deudas sostenibles: significa que no te ves afectado por los recargos de pagos atrasados. Más bien, llevas una vida financiera tranquila y tienes tus tarjetas de crédito al día.
- Manejar un historial de crédito saludable: quienes tienen un puntaje alto en la evaluación de su score crediticio, de 701 a 754 puntos, no representan ningún riesgo para los prestamistas y son personas con mejor salud financiera.
- Tener seguros apropiados: no contar con seguros con buenas coberturas, puede mostrar un problema financiero a la hora de resolver un accidente o una emergencia médica.
- Poseer un plan de gastos para el futuro: las personas que planifican sus finanzas, haciendo un presupuesto, invirtiendo para el futuro, etc., demuestran tener hábitos financieros saludables.
Ahora bien, existe otro listado de características sobre las personas que sufren estrés financiero. De acuerdo con un estudio inglés, son las siguientes:
- Sienten miedo cada que consultan su saldo bancario.
- Tratar de entender cómo funcionan las entidades financieras o sus productos les genera estrés.
- Se sienten culpables cuando gastan dinero.
- Sufren de agotamiento por sus problemas económicos.
- Experimentan estrés por el futuro.
Recomendaciones para mejorar la salud financiera
Si no tienes “palomita” en los ocho puntos anteriores, ¡ánimo! Puedes empezar a enfocarte en ir cubriendo los que te falten. Aquí tienes cinco pasos que algunos especialistas consideran básicos para mejorar la salud financiera de una empresa o la tuya.
- Control diario: el objetivo es que seas más consciente de tus ingresos y gastos. Así, puedes establecer límites en tus compras y hacer un seguimiento. Si no planificas tus ingresos, terminarás gastando en exceso o comprando productos superfluos.
- Ahorro: ya viste la importancia de contar con un colchón financiero, así que empieza con pequeñas cuotas en un instrumento financiero específico. Convertirás el ahorro en un hábito y podrás hacerles frente a los imprevistos.
- Control de la deuda: ten claridad en cuál es tu nivel máximo de deuda (capacidad de endeudamiento) y el estatus actual de las que tuvieras. De esta forma, conoces el límite de deuda sostenible que pueden asumir.
- Planificación: para cumplir con tus objetivos y gozar de tranquilidad durante todas las etapas de tu vida, debes estructurar los ingresos del hogar y planificar tus inversiones. Con un plan de salud financiera adecuado, podrás administrar efectivamente, tus ingresos e incluso, tendrás la posibilidad de ahorrar o invertir.
- Educación financiera: adquiere conocimientos sobre conceptos económicos como el tipo de interés o la inflación y sobre cómo puedes emplear esa información en ámbitos como el ahorro y el préstamo.
Cuando consigues aunar tu salud física, mental y financiera, logras disponer de tranquilidad para ti y tu familia. Incluso, hacer crecer tu patrimonio. Recuerda que una buena salud financiera empresarial o personal resulta decisiva para poder afrontar situaciones fortuitas y concretar planes futuros. En AvaFin trabajamos para ayudarte a mejorar el bienestar financiero a través de soluciones personalizadas y seguras. Acércate a nosotros y encuentra la asesoría que necesitas en temas financieros y préstamos personales. Será más fácil de lo que imaginas.